Después de una preciosa sesión de embarazo en la playa, esta familia tenía claro que quería inmortalizar los primeros días de Mario con una sesión de fotos de recién nacido en casa. Y qué gran decisión, porque estos momentos pasan volando y tener un recuerdo así es un auténtico regalo.

Mario se tomó la sesión con mucha tranquilidad. Tanto, que los primeros 20 minutos de la sesión los pasó profundamente dormido, sin importarle nada de lo que ocurría a su alrededor. En estas sesiones, todo fluye al ritmo del bebé, sin prisas ni presiones, permitiendo capturar imágenes naturales y emotivas.

Las sesiones de recién nacido en casa son perfectas para documentar las primeras rutinas de la familia: los abrazos en el sofá, las caricias mientras lo acunan, las miradas llenas de amor de mamá y papá. En este caso, también estuvieron presentes sus abuelas, que no dejaban de observar a Mario con esa mezcla de emoción y cariño infinito. Esos pequeños gestos que parecen cotidianos hoy, con el tiempo se convierten en recuerdos invaluables.

Este tipo de reportajes tienen un valor incalculable porque reflejan la esencia de cada familia en un ambiente íntimo y acogedor. Si estás esperando un bebé y quieres un recuerdo único de sus primeros días, un reportaje de fotos de recién nacido en casa es una opción maravillosa. La comodidad de estar en vuestro hogar y la conexión con vuestro bebé hacen que cada imagen cuente una historia irrepetible.

Aquí te dejo un pequeño resumen de la sesión de Mario, un testimonio visual de amor y ternura que esta familia guardará para siempre.