Después de vivir una pedida de mano mágica y celebrar una boda de ensueño, Sara y Marc no podían cerrar esta etapa sin una post boda espectacular. Para esta sesión, nos desplazamos hasta Calaceite, en Teruel, un pueblo con un encanto especial que nos regaló rincones increíbles para capturar su amor. Las post bodas permiten revivir la emoción del gran día sin el estrés de la boda, disfrutando del vestido y el traje en un entorno diferente y con más tranquilidad.

La sesión fluyó con total naturalidad. Paseamos por las calles empedradas del casco antiguo, donde cada rincón parecía sacado de una película. Entre abrazos, risas y miradas cómplices, cada imagen reflejaba la conexión tan bonita que tienen Sara y Marc. Además, aprovechamos la arquitectura tradicional del pueblo y sus tonos cálidos para dar un toque aún más especial a las fotos.

La luz del atardecer fue nuestra gran aliada. Ese momento del día, cuando el sol comienza a descender, crea una atmósfera única que hace que todo se vea más mágico. Nos permitió jugar con sombras, destellos dorados y reflejos naturales que hicieron que cada fotografía tuviera un aire romántico y atemporal.

Para terminar la sesión, nos alejamos un poco del casco urbano y buscamos un espacio abierto con vistas espectaculares. Allí, con el espectacular atardecer y el horizonte como telón de fondo, conseguimos unas imágenes llenas de color y magia.

Cada post boda es única, pero esta tuvo algo especial. Quizás fue la magia del lugar, la naturalidad de la pareja o simplemente el hecho de que, después de tantos momentos juntos, la confianza entre nosotros hizo que todo fluyera increíblemente bien.

Aquí os dejo algunas de las fotografías de esta maravillosa sesión de posboda en Calaceite. ¡Espero que os gusten tanto como a mí!